Mi viejo

De ti he aprendido algunas cosas muy importantes en mi vida, como el respeto, la libertad, el respeto a la libertad y la responsabilidad de ejercerla. Recuerdo el día que me enseñaste lo que significa ser consecuente aunque recuerdo muchas más cosas. También pienso a menudo en qué me gustaría parecerme a ti. Me gustaría tener tu fuerza y tu generosidad y tu imaginación y tu capacidad de resolución y tu ilusión y tu optimismo y tu pelo (¡pardiez!).

Hoy pensaba escribir que me gustaría darte algo de mi fuerza, a ti, que nunca necesitaste la fuerza de nadie, pero después de verte salir esta noche del quirófano con esa sonrisa, con tu recién estrenada arteria de goretex, qué te voy a ofrecer si eres tú, una vez más, el que ofreces. Sólo querría ahora darte un abrazo para aliviar el frío que sin duda tendrás allí abajo, en la uci, y decirte lo que nunca te he dicho pero que tú sabes tan bien, cuánto te quiero, mi viejo.

Canción para hoy: Duelo de campanas - Sabicas