Cuando las canciones hablan de ti

30.6.09

Salí en la tele (y tú no)

Hacía tiempo que no salía a correr pero elegí el mejor día para volver. La temperatura era perfecta y el lugar también. Por casualidad estaba cerca de la laguna del Soto y decidí probar, no estaba seguro de poder llegar, se suponía que no estaba muy en forma. Después de un rato corriendo por las últimas calles del pueblo crucé la autopista por la pasarela de la parada del autobús. Sólo había un par de coches aparcados donde acaba el asfalto lo que ya me indicaba que no me cruzaría con casi nadie en mi carrera. En seguida se dejaron de oír los coches, en esa época del año el campo tiene su propia música. Me sorprendía la facilidad con la que iba corriendo sin que me pesaran los muchos meses sin salir, pero supongo que iba demasiado entretenido mirando a mi alrededor. Así estuve corriendo casi una hora, entre saltos de conejo, vuelos de cigüeña y cantos de mirlos y jilgueros. Un perro me confundió con su dueño y me acompañó unos cientos de metros antes de aclarar su error. Un zorro se asustó más que yo al verle y salió corriendo delante de mi. La fuente estaba rota y mis labios secos.

De vuelta hacia el pueblo empezaban a pesarme las piernas. Ya estaba llegando a la pasarela cuando me quedé mirando a un milano que hacía un picado en busca de alguna presa a la orilla del río. Cuando bajé la vista me di cuenta de que estaba ya cruzando el nudo de la autopista hacia el principio de la escalera. Miré a mi izquierda para ver si venía algún coche pero ya era demasiado tarde, no me enteré de nada. Me incorporé entre el carrizo de la cuneta pero en seguida me tuve que tumbar porque me estaba mareando. Notaba una sensación extraña pero familiar, se me estaban durmiendo las manos, después los labios y mas tarde la tripa. Esto ya lo había sentido yo antes pero ahora, ¿donde estaba toda esa sangre...?

Como desde una grúa, con traveling incluido, vi cómo iban llegando los servicios de urgencia, los de Telemadrid vinieron también ya que estaban de camino a la manifestación por lo de los toros y pasaron en el momento justo. Por suerte, el cámara estuvo atento cuando el juez retiró la manta térmica y un primer plano de mi cara blanca abrió la crónica de sucesos aquella noche. Al final fue el deporte. Y, siendo yo peor, salí en la tele. Y tú no.

Canción para hoy: Salgo en la tele - DDT


Hace muchos meses que estaba muerto pero en este mundo nuestro nada es verdad si no sale en el Telediario, así que esto, que empecé abriendo una caja vacía se muere hoy definitivamente, cerrando una urna llena.

Gracias a todos los que leísteis, mirásteis, oísteis y comentásteis alguna vez. Ya nos veremos en otro mundo, espero.