Despegue
Canción para hoy: Claro y Meridiano - Grupo de expertos Solynieve
Aquella tarde de invierno la había pasado leyendo, deslumbrado por una historia tan personal que era universal. Sentado en la alfombra con la espalda en la pared, tumbado, de pie... de vez en cuando se había levantado a cambiar de disco aprovechando para dar unos cuantos pasos de baile torpes pero desvergonzados. Al leer las últimas páginas no había podido sujetar un par de lágrimas de emoción y con el libro encima las piernas había echado la cabeza hacia atrás, se había tumbado y, mirando al techo, se había quedado medio traspuesto. La emoción del libro se había transformado poco a poco en un rastro imborrable de alegría a medida que había empezado a pensar en sí mismo. La lógica le había llevado a volver a pensar en ella, que ocupaba su cabeza la mayor parte del tiempo esos días. Cerró los ojos y vió otra vez su sonrisa. Otra muy grande se dibujó en su cara. Sonaba esta canción y, me lo juró una y mil veces, si hubiera tenido el mando a distancia adecuado hubiera parado el tiempo para siempre en ese instante de felicidad.